En el cuidado de la piel desde un enfoque integral se considera tanto el aspecto exterior como el estado interior. Se trata de poner atención en lo visible y lo invisible para una salud global buena que repercutirá, finalmente, en cómo se ve nuestra piel. La nutricosmética ha llegado para sumarse al cuidado de la belleza desde el interior. En este artículo, exploraremos en profundidad qué es la nutricosmética, sus beneficios para la piel y cómo puedes incorporarla de manera efectiva en tu rutina de cuidado diario.
La revolución de la nutricosmética: potenciando la belleza desde el interior
En los últimos tiempos vemos cómo crece el número de empresas y productos que nos ofrecen nutricosméticos. La mayoría de ellos tienen un enfoque innovador y prometen ir un paso más allá de los productos tópicos convencionales, abordando la belleza desde el interior hacia el exterior. Y es que está claro que la nutrición, lo que comemos y bebemos, repercute en nuestra salud y, como consecuencia, en el estado de nuestra piel. Es por ello por lo que a veces, en este contexto, se habla de nutrición cosmética o de cosmética nutricional.
Cuando hablamos de nutricosmética nos referimos a los complementos nutricionales (o alimenticios) que tienen como objetivo mejorar el aspecto de la piel, sistema capilar, uñas y mucosas externas. Por lo tanto, desde el punto de vista de su regulación se trata de complementos nutricionales. No son cosméticos, no son alimentos ni son medicamentos. Son sustancias o mezclas de sustancias que complementan al resto de factores de la salud integral que van desde una buena alimentación al uso de un buen producto cosmético. Se basa en el principio de que una alimentación equilibrada y la ingesta de ciertos nutrientes pueden impactar significativamente en la calidad y estado de la piel.
En los suplementos para la piel podemos encontrar vitaminas, minerales, fitoquímicos (como algunos extractos de plantas), ácidos grasos y aminoácidos esenciales. Todos ellos participarán, de una u otra forma, en alguna ruta bioquímica que tenga repercusión a nivel de la piel.
La nutricosmética unida a una alimentación equilibrada
La nutricosmética tiene razón de ser si se sigue una alimentación equilibrada de base. No sirve de mucho que tomemos un complemento nutricional si no prestamos atención a lo que comemos (o no comemos) o al estado de nuestro sistema digestivo. Además, debemos considerar un buen asesoramiento para saber las dosis más adecuadas, o si el producto puede estar contraindicado para nosotros.
Una alimentación saludable incluye alimentos variados y los aportes óptimos de energía y nutrientes. La diversidad de alimentos dentro de la dieta permite compensar los nutrientes que le faltan a unos y que otros pueden aportar. Y aquí podríamos hablar de una dieta que nos resulta familiar y que podría cumplir con las premisas de una alimentación saludable: la dieta mediterránea. Este tipo de dieta se caracteriza por un alto consumo de frutas y verduras, lo que garantiza el aporte de micronutrientes como las vitaminas y los minerales.
Por otro lado, conocemos de sobra aquellos alimentos que favorecen el envejecimiento cutáneo o un peor aspecto de la piel. En el marco de una alimentación equilibrada, habría que reducir su consumo. Sobre estos alimentos y algunas otras recomendaciones, hablaremos al final del artículo.
Beneficios de la nutricosmética para la piel
La nutricosmética puede ayudarnos a mejorar el estado de nuestra en situaciones en las que haya un déficit de algún micronutriente o que tengamos un requerimiento especial de alguno de ellos. Como veíamos antes, los complementos nutricionales con función nutricosmética pueden tener vitaminas y minerales, pero también otros ingredientes. En general, el objetivo que se persigue con ellos para una acción a nivel de la piel puede ser:
- Función supletoria: serían los ingredientes que suplen alguna carencia a nivel nutricional y que esté íntimamente relacionado con el estado de la piel, el cabello o las uñas. En este grupo podemos encontrar algunas vitaminas y minerales, o aminoácidos, como el caso de la biotina para el cabello.
- Función antioxidante: estos ingredientes contrarrestan los procesos oxidativos que dan lugar al envejecimiento de la piel y que están relacionados con la formación de radicales libres. Aquí estarían algunos ingredientes como los precursores de la vitamina A (carotenoides) o la coenzima Q10.
- Función estructural: estos ingredientes potencian el mantenimiento de la estructura de la piel en condiciones óptimas, ralentizando la pérdida de densidad cutánea. Un ejemplo de ingrediente estructural en nutricosmética, sería el ácido hialurónico.
Algunos de los ingredientes que vemos en suplementos para la piel pueden tener varias funciones, como es el caso de los ácidos grasos esenciales. Éstos tienen una función antioxidante y la vez antiinflamatoria, pero también se ha visto que algunos de ellos mejoran el estado de la función barrera.
Incorporando la nutricosmética en tu rutina de cuidado de la piel
La nutricosmética puede ser un complemento a nuestra rutina de cuidado de la piel para sumar y potenciar la acción de los productos cosméticos que usamos. Como explica Beatriz Saralegui, farmacéutica y CEO de Saralegui Consultores, “la nutricosmética es una pieza más dentro de un gran puzzle”. Desde un enfoque global o integral de la belleza de la piel, como mencionamos en otros artículos, consideramos tanto la rutina cosmética como una buena alimentación, ejercicio físico y equilibrio emocional. Los suplementos para la piel son sólo una herramienta más para alcanzar el objetivo de una piel, cabello y/o uñas saludables.
Antes de incorporar la nutricosmética en tu rutina, hay cosas importantes a tener en cuenta que te explicamos en los siguientes apartados.
Revisa el estado de tu sistema digestivo
La salud del aparato digestivo influye enormemente en la salud y en el estado del resto de órganos del cuerpo. Una microbiota en buen estado y una permeabilidad intestinal bien regulada es importante. De ello depende que los nutrientes de los alimentos y los ingredientes de los nutricosméticos se absorban de forma adecuada.
Existe, además, una conexión bien estudiada entre el sistema gastrointestinal, el cerebro y la piel. Es lo que se conoce como el eje intestino-cerebro-piel que evidencia la relación que existe entre el estado de la barrera y la microbiota intestinal con trastornos a nivel neurológico y también de la piel. Por ello mantener una buena salud digestiva no sólo ayudará a que los nutricosméticos se absorban mejor, si no que también asegura una salud “de base” de la piel.
Cuida tu alimentación
Como hemos estado viendo, no sirve de nada tomar complementos nutricionales con finalidad cosmética si no comemos de forma adecuada. Existen algunas pautas sencillas que podemos llevar a cabo:
- Incorporar en la dieta alimentos antioxidantes, como las frutas. Recuerda confeccionar platos con diferentes colores.
- Elige alimentos con una densidad nutricional elevada.
- Reduce al máximo el consumo de alimentos ricos en grasas saturadas y azúcar, así como harinas refinadas, fritos, salazones y rebozados.
Consulta a un profesional de la salud
Los complementos nutricionales pueden interaccionar con los alimentos y los medicamentos. Estas interacciones son conocidas por los profesionales de la salud que te podrán decir si un producto es adecuado para ti en función de tu situación. También hay complementos o ingredientes que pueden estar contraindicadas cuando hay alguna enfermedad de base. O incluso en alguna etapa de la vida como puede ser el embarazo o el periodo de lactancia.
Por estos motivos, la nutricosmética siempre debe ser pautada por un profesional y debe estudiarse caso a caso para saber su idoneidad.
En resumen, la nutricosmética ofrece una forma innovadora y efectiva de mejorar la salud y apariencia de la piel, abordando la belleza desde el interior hacia el exterior. Al combinar una alimentación saludable, suplementos específicos y un estilo de vida equilibrado, puedes potenciar los resultados de tu rutina de cuidado de la piel y lograr una tez que refleje tu bienestar interior.
Escrito por María José Gea, co-fundadora de Oriri.
Fotografías:
Nicolas Solerieu en Unsplash
Fernando Andrade en Unsplash
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